Hace pocas fechas,
conversando con una familia oriunda de Reina salió a relucir el caso del asesinato
de un reinense presuntamente (no hemos
tenido acceso a la definitiva sentencia) a cargo de su familia política, con la
cuestionada participación de la esposa del finado. Afirmaban mis
interlocutores, ya setentones, que, durante su infancia, en alguna ocasión oyeron
hablar del asunto con poca precisión y mucha reserva, como si nadie quisiese
recordar aquel lamentable asunto.
Las
noticias sobre hechos criminales acontecidos a finales del XIX y principios del
XX aparecían con frecuencia en los periódicos de la época, la mayor parte de
ellos en la sección destinada a relatar los crímenes y episodios trágicos más
desagradables y escandalosos de la sociedad española. Consultando sus páginas
en las distintas hemerotecas, es raro el pueblo donde no se hubiese producido
algún hecho criminal a cuenta de motivos tan nimios como una deuda por juego,
una linde, un insulto, una desconsideración…, aparte de otras cuestiones de más
calado (celos, infidelidades, herencias…), que nunca pueden justificar procedimientos
tan radicales. En el caso del de Reina, al parecer el origen del tan trágico
desenlace fue el reparto de una herencia.
Muchos fueron
los periódicos de la época que se hicieron eco del lamentable y funesto suceso
que concluyo con la violenta muerte del reinense Manuel Martínez en 1904, a
manos de su suegro y un cuñado, según aparece en distintas crónicas. Fue en el Nuevo Diario de Badajoz donde Erredé, su
corresponsal en el juzgado de Llerena, contó con profusión de datos el hecho
criminal, las pesquisas policiales y el desarrollo del proceso, todo ello
recogido en numerosas crónicas en el referido diario y resumido en su edición
del 11 de febrero de 1907, que procedemos a reproducir: